Vuelo de jaguar presenta en sus páginas al poeta José Luis Rivas, (Tuxpan, Veracruz, 1950), cuya obra ha tenido a bien, un reconocimiento nacional, pero lo importante es que sus lectores así lo manifiestan, no hay poeta que se aprecie de serlo que no lo haya leído, y los jóvenes, se enorgullecen citándolo. Su trabajo de traductor lo ha llevado a descubrirse en otros idiomas, en la lengua de T.S Eliot, en la misma de Derek Walcott, así como en la de Saint John Perse.
José Luis Rivas ha llenado su conocimiento, así como su espíritu de otras esencia poéticas, eso le confiere un voz muy peculiar en los poetas de su generación, (pertenece a la generación de poetas de los nacidos en los cincuenta, en México, cuya concepción literaria es de las más productivas e importantes en el panorama actual del México moderno, ya tocaré es tema en un ensayo sobre esa generación) (JLR de hoy en adelante), el poeta supo desde temprana edad mirarse en su entorno, salir de ese ambiente ribereño, llevando el mar en los ojos, en cada verso concebido sobre su tierra. Así las imágenes que sustentan su primer libro de poesía nos remiten a lo que es su condición. El mar del Golfo, arenas, nubes, pájaros, aguas y más corrientes, muestran el olfato, el tacto, por tanto, metáforas, sinestesias, prosopopeyas, anáforas, nutren esas imágenes germinadas en su obra, desde Fresca de risa, 1981 hasta Pájaros, 2005, el lector encontrará los medios necesarios para apreciar el concepto de esta obra que da inicio al mundo poético del autor, también, de Raz de marea. /¡En los techos afilan sus picos las aves de lluvia!/Sus agujas obcecadas bajan en menudos/
/sorbos por el canalón…/
La observación del poeta es la materia prima para connotar esa realidad ahora presente en cada poema. Así surgen las imágenes retóricas, poéticas, literarias en cada trabajo de JLR. A mi parecer, existen dos formas en su escritura que dan fe del ambiente territorial del poeta. El poema breve, el poema extenso como lo manifestó desde Tierra nativa, así va urdiendo su voz hasta hacer del verso libre y del verso blanco su territorio expresivo. La lírica del poeta en el arbitrio entre la circunstancia y la creación de eso observado, vivido diríase.
JLR continúa fielmente a su escritura poética de manera constante en su situación geográfica, así afirma y confirma que es una de las voces que paulatinamente ha ido en constante ascenso desde su primer libro hasta convertirse en ese paradigma de las nuevas generaciones. El poeta corrobora en cada libro reciente su compromiso con el lenguaje, de jugar con él, de trabajarlo hasta darle la forma, confiriéndole la solvencia necesaria en su manejo, ahí el resultado de las palabras con energía, con el brillo ineludible para que sea certero en su mensaje, es decir, en la poesía que genera la voz de quien canta al, agua, al aire, a la tierra, al fuego. Su escritura poética halla pues en los cuatro puntos cardinales su cauda de imágenes. En que el ambiente es la temperatura de la tierra mediterránea, como suelo llamarla desde este escrito. Entonces, esto es una breve muestra de su obra, de la poesía viva de José Luis Rivas, poeta mexicano ya indispensable en la literatura española. Cierro mi nota con este fragmento: Sobre la mar sin nubes/bendición son mis alas/¡Soy un logrado Ícaro/ que asedia el oro en llamas!
…FRESCA DE RISA (1981)
Con vuelo ligero,
grácil,
va sorteando
espinas de rosal por el codillo
de una rama,
y como prendedor
se posa,
nuncio de mayo,
una libélula morada.
Las muchachas esparcían el estío de sus menstruos
por los rincones de aquellas cuatro paredes levantadas
con barro y zacate
y la casa se apretujaba
de bestias y alimañas atroces,
y el espacio sin luz
se henchía
poco a poco
con el aroma del huele-de-noche.
Y el pensamiento esbozaba,
estrujaba
y volvía
a dibujar
la abrupta silueta del insomne…
¡En los techos afilan sus picos las aves de lluvia!
Sus agujas obcecadas bajan en menudos
sorbos por el canalón…
¡Y una sed,
ávida de estrías,
muere
ahíta
en el desgañitadero
de los tordos!
TIERRA NATIVA (1982)
After all anybody is as their land and air is.
Anybody is as the sky is low or high,
The air heavy o clean
And anybody is as there is wind or no wind there.
It is that which makes them and the arts they make
And the work they do and the way they eat
And the way they drink
And the way they learns and everything.
GERTRUDE STEIN
- La estación de los muertos
There’s no exit, none,
No place to come to, and you’ll end where your are
Deep in the centre of the endless maze.
EDWIN MUIR
También enero es un mes cruel; esparce
con su hisopo fúnebres escarchas, la fusta
de sus ráfagas flagela
los brotes primerizos de las plantas, luye
las ataduras del paisaje,
que se desploma como un féretro marchito;
enquista las pasiones
y amortaja con la escayola de sus vendas rígidas
el cadáver de la inquietud.
Sinon l’enfance, qu’y avait-il alors qu’il n’y a plus?…
Aquel domingo
de camino a La Magdalena
vimos
desde el auto de Andrés
cómo el sol trasmutaba en oro
el tapiz de la nieve
que cubría las faldas del Ajusco
No se me ocurre nada acerca del invierno…
De niños, los dos íbamos de paseo todas las tardes por la ribera.
A mitad del camino hacíamos alto;
nos arrollábamos los pantalones por arriba de la rodilla
y, ya descalzos,
nos metíamos en la ciénaga
a cortar juncos, lirios acuáticos y carrizos;
y a desguindar los nidos de las aves silvestres.
Caminábamos luego un tramo igual,
aproximadamente,
hasta avistar la antigua fábrica de tejas y ladrillos.
Aquella vez volvíamos muy tarde;
las bandadas de tordos nos sobrevolaban
cuando oímos surgir, al otro lado de los herbazales
un cacareo obsceno y repentino.
Nos detuvimos enseguida,
y sigilosos regresamos al pantano.
Según nuestra costumbre,
antes de entrar en la espesura fresca de los tules,
nos descalzamos.
Aunque el lodo nos daba a la rodilla,
nos fuimos internando paso a paso
hasta ponernos a cubierto tras un macizo de espadañas.
Separamos con tiento
aquella palizada de cilindros de seda,
y entonces vimos
un par de gallaretas retozando en el fango.
Bajo los rayos últimos del sol
la hembra deslizaba su sombrío plumaje;
la cola recogida y casi en línea con el lomo ceniciento.
El macho la seguía muy de cerca, batiendo el cieno con sus alas poderosas.
Cuando lograba emparejarse
y estaba a punto de aferrarla con el pico,
la hembra con ágil giro se escurría…
El macho comenzaba entonces a nadar en círculos
cada vez más ceñidos;
la cola enhiesta, el cuello tenso como un arco,
y la cresta, abultada, parecía larga y sin aliño.
Uno tras otros los rechazos se siguieron,
hasta que el macho, exhausto y ya aburrido,
se olvidó de su presa,
mientras la hembra airosa se ocultaba al fondo de los juncos…
Al tiempo de acosarla el macho profería un grito
obsceno y repentino;
era su canto de galanteo,
y aquélla, la primera vez que lo escuchábamos…
RELÁMPAGO LA MUERTE (1985)
A doña Soledad
No anchorage is.
Sleep is not, death is not;
Who seem to die live.
R.W. EMERSON
Solitude, ma mère, redites-moi ma vie.
O.W. DE MILOSZ
Mi madre
Algo tiene de maga y de palmera
Se arrodilla ante mí
Me unge los párpados
Entre los senos
Asoma su amuleto
Gotas de púrpura
Deslíe
Por un doble desfiladero
Hacia un fragante valle
Con su fuente de espíritus
Su corza herida
Y su lecho de malva
Entre dos sauces
Arse verse
I
Te veía tapar las rendijas
cubrir con una manta
la medialuna del ropero
Te veía sacar de la vitrina
una rama de coral
Ponerla en la repisa al lado de tus santos
separándola un tiempo
del erizo de mar
ya desecado
Y el rayo ciego metía boruca
en nuestra casa
no su llama
no su luz
Te veía luego cruzar aprisa
el cuarto donde mi hermanita
impaciente y llorosa
tendida en una mesa de madera
te aguardaba
Te veía estirarle los cabellos
mojarlos
remojarlos
con un aguamanil de peltre
para desbaratar sus largos rizos negros
conseguidos hacía apenas unas horas
a costa de frotar
su lacia melena
con un crótalo
II
Las noches de tormenta
avivan sierpes en tus cabellos
Si no están húmedos
hija mía
te rodearán el cuello…
III
Te rodearán el cuello
Y no se ha de invocar el relámpago
ni con el pensamiento
LA TRANSPARENCIA DEL DESEO (1986)
Realidad y deseo
una sola substancia
Resuelta en manantial de transparencias
OCTAVIO PAZ
A mi hermana
Aun sin relámpagos
la noche
encapota de miedo
mi corazón de niño
¿Por qué te llamo
hermana
en noches de tormenta?
La casa por la ventana
A un golpe de pestaña
la luz declara
mar
aquel milagro
Es la ventana al mar
la casa entera
El día se destrenza…
y, en su pelo suelto
se solaza la brisa.
Como desata en humo
sus nudos la madera,
un mirlo a la alborada
de sombras aligera
Abre un rezo sus alas
Trae
el sueño del sereno
con la estrella del alba
Sé como un rostro
por nadie visto,
inesperado
sabor de sol
en una brizna
tierna,
al sereno...
Cuando la estrella
brota, sé como
la ausencia: nido
donde la urraca
reúne al abalorio con la perla:
hermanos huérfanos
LUZ DE MAR ABIERTO (1992)
Para Albertina, Juan y María
J’ai grandi dans la mer et la pauvreté m’a été fastueuse, puis j’ai perdu la mer, tous les luxes alors m’ont paru gris, la misère intolérable. Depuis, j’attends les navires du retour, la maison des eaux, le jour limpide.
ALBERT CAMUS
A Cielo Abierto
A Toni y Carlos López Beltrán
Depuis un nombre incalculable de générations, la mémoire me précède dans mon sang.
C’est elle, un soir, qui prit la forme du désir…
GIL JOUANARD
III
…de ribera en ribera buscando y levantando ciertas aves.
Pardea. Una marola surte en la anconada nutridos hervideros
por los canales practicados por su rabia.
En la ribera, el chistar de la salamanquesa remeda el llamado
del jinete que azuza a su perro cuando comienzan a orillarlo
las tentadoras sombras del camino…
IV
Siempre hubo sombrías natas sobre el légamo, una espuma parda
sobre restingas y pozos abisales,
un aterciopelado manto sobre la piel de las márgenes, un como vello
sedoso en el casco de los buques en viaje,
una hierba ligerísima que la mar cría en el paramento y los pilotes
que flanquean los muelles,
una capa de limo en los glaucos nacimientos del agua moza,
una espuma azul verde en el cieno explayando las pardas potreradas
donde pacen despaciosas lapas, o parasitando más oscuras
plantas…
Siempre hubo extrañas algas de color violeta en la arena, junto
a la huella de tu pie, oh Caminante, uncido a la mar
como a una obsesión sagrada.
DEL DIARIO DEL VIEJO CAPITÁN
A la memoria de Gerardo Deniz
I
Por cien florines
ajustamos el flete de la nave,
aunque bien no sabíamos
a qué destinarían en esa inmunda rada
nuestra preciosa carga de ova roja.
Pero con el dinero allí cobrado,
nos fue fácil viajar
de nuevo al cabo de Buena Esperanza
en busca de agapanto.
Así nos despedimos de escarpas verdinosas,
de un matadero de ganado rucio al pie de un río
–que en la tarde atraía marrajos al ancón,
donde eran invariables presas del arroaz–
y de meaucas chirriando sobre pringoso estero,
laguna adentro.
II
He aportado, lo sé, en casi todas las abras.
Entre nidos de mergos,
aun el más inasible risco fue mi proíz.
Nada me inquietó
tanto en mi andanza por los siete mares
como esos pescadores que transportan
a brazo, en angarillas, su botín
arrancado a la mar
como si se tratara de un enfermo.
POR MOR DEL MAR (2002)
*
Ojalá tu muchacha
(que me hace un guiño)
adelante llevara
su obra conmigo
*
Diciendo: ¡tontería!,
puse manos a la obra
Nunca naves de buenos
bancos hubo Tampoco
estuviste de paso por Ilión
Pues tuyo, Helena,
es sólo este tiempo
y otro no habrá para nosotros
Y sobre este colchón
por balsa, al largo entremos
Y que se diga en adelante:
¡Ni Poseidón siquiera
agitó tan salvaje-
mente la mar salobre
sobre una manta rala!
*
Volvió con su marido
una mañana
y supe que la había
perdido para siempre
Dije a mi corazón:
“No importa, nunca
contigo estuvo en Ilión
la hermosa Helena.
A Paris vino, como
a un mástil mar afuera,
tan sólo un fuego fatuo
(barrunto de tormentas),
una sombra, una helena”
PAJAROS (2005)
*
Volar como los pájaros
– en sueños te prometes –
Pterodáctilo que muda
las alas primigenias
el tronco corpulento
y gana la oquedad
la suave ligereza
de quien se mezcla al aire
*
Por el momento estoy
sin nada que me arraigue
lanzado a vuelapluma
suspendido en el aire
Heme aquí en pleno viaje
ensayando mis alas
Sobre la mar sin nubes
bendición son mis alas
¡Soy un logrado Ícaro
que asedia el oro en llamas!
*
He aquí al coqueto palomo balanceándose
como para emprender un zapateado
Esponjándose como un gallo de pelea:
artista por tablado de angosta marquesina.
Al filo del peligro o sobre olas de barro endurecido
que forman el tejado corre pasito pasito
detrás de una paloma. Al sol proclama,
no cabe duda, el lujo de sus dotes y prueba
(erizado del buche con su abanico abierto)
que el amor es un acto principesco
Y echa luego a volar restallando sus alas
(multiplicadas bajo el recio estrépito).