Una poética bajo el cielo mediterráneo de José Luis Rivas

Selección y nota de Eduardo Cerecedo

Vuelo de jaguar presenta en sus páginas al poeta José Luis Rivas, (Tuxpan, Veracruz, 1950), cuya obra ha tenido a bien, un reconocimiento nacional, pero lo importante  es que sus lectores así lo manifiestan, no hay poeta que se  aprecie de serlo que no lo haya leído, y los jóvenes, se enorgullecen citándolo. Su trabajo de traductor lo ha llevado a descubrirse en otros idiomas, en la lengua de T.S Eliot, en la misma  de Derek Walcott,  así como en la de Saint John Perse.

 

    José Luis Rivas ha llenado su conocimiento, así como su espíritu de otras esencia poéticas, eso le confiere un voz muy peculiar en los poetas de su generación, (pertenece a la generación de poetas de los nacidos en los cincuenta, en México, cuya concepción literaria es de las más productivas e importantes en el panorama actual del México moderno, ya tocaré es tema en un ensayo sobre esa generación) (JLR de hoy en adelante), el poeta supo desde temprana edad mirarse en su entorno, salir de ese ambiente ribereño, llevando el mar en los ojos, en cada verso concebido sobre su tierra. Así las imágenes que sustentan su primer libro de poesía nos remiten a lo que es su condición. El mar del Golfo, arenas, nubes, pájaros, aguas y más corrientes, muestran el olfato, el tacto, por tanto, metáforas, sinestesias, prosopopeyas, anáforas, nutren esas imágenes germinadas en su obra, desde Fresca de risa, 1981 hasta Pájaros, 2005, el lector encontrará los medios necesarios para apreciar el concepto de esta obra que da inicio al mundo poético del autor, también, de Raz de marea. /¡En los techos afilan sus picos las aves de lluvia!/Sus agujas obcecadas bajan en menudos/

/sorbos por el canalón…/

 

La observación del poeta es la materia prima para connotar esa realidad ahora presente en cada poema. Así surgen las imágenes retóricas, poéticas, literarias en cada trabajo de JLR. A mi parecer, existen dos formas en su escritura que dan fe del ambiente territorial del poeta. El poema breve, el poema extenso como lo manifestó desde Tierra nativa, así va urdiendo su voz hasta hacer del verso libre y del verso blanco su territorio expresivo. La lírica del poeta en el arbitrio entre la circunstancia y la creación de eso observado, vivido diríase.

 

   JLR continúa fielmente a su escritura poética de manera constante en su situación geográfica, así afirma y confirma que es una de las voces que paulatinamente ha ido en constante ascenso desde su primer libro hasta convertirse en ese paradigma de las nuevas generaciones. El poeta corrobora en cada libro reciente su compromiso con el lenguaje, de jugar con él, de trabajarlo hasta darle la forma, confiriéndole la solvencia necesaria en su manejo, ahí el resultado de las palabras con energía, con el brillo ineludible para que sea certero en su mensaje, es decir, en la poesía que genera la voz de quien canta al, agua, al aire, a la tierra, al fuego. Su escritura poética halla pues en los cuatro puntos cardinales su cauda de imágenes. En que el ambiente es la temperatura de la tierra mediterránea, como suelo llamarla desde este escrito. Entonces, esto es una breve muestra de su obra, de la poesía viva de José Luis Rivas, poeta mexicano ya indispensable en la literatura española. Cierro mi nota con este fragmento: Sobre la mar sin nubes/bendición son mis alas/¡Soy un logrado Ícaro/ que asedia el oro en llamas!

 

 

 

 

 

…FRESCA DE RISA (1981)

 

Con vuelo ligero,

grácil,

va sorteando

espinas de rosal por el codillo

de una rama,

 

y como prendedor

se posa,

              nuncio de mayo,

una libélula morada.

 

Las muchachas esparcían el estío de sus menstruos

por los rincones de aquellas cuatro paredes levantadas

   con barro y zacate

   y la casa se apretujaba

   de bestias y alimañas atroces,

   y el espacio sin luz

   se henchía

   poco a poco

   con el aroma del huele-de-noche.

 

   Y el pensamiento esbozaba,

   estrujaba

   y volvía

   a dibujar

   la abrupta silueta del insomne…

 

 

 

¡En los techos afilan sus picos las aves de lluvia!

   Sus agujas obcecadas bajan en menudos

sorbos por el canalón…

   ¡Y una sed,

   ávida de estrías,

   muere

   ahíta

   en el desgañitadero

   de los tordos!

 

 

 

 

TIERRA NATIVA (1982)

 

 

After all anybody is as their land and air is.

            Anybody is as the sky is low or high,

                             The air heavy o clean

        And anybody is as there is wind or no wind there.

It is that which makes them and the arts they make

And the work they do and the way they eat

                       And the way they drink

           And the way they learns and everything.

                                                                 GERTRUDE STEIN

 

 

  1. La estación de los muertos

 

There’s no exit, none,

No place to come to, and you’ll end where your are

Deep in the centre of the endless maze.

EDWIN MUIR

 

También enero es un mes cruel; esparce

con su hisopo fúnebres escarchas, la fusta

de sus ráfagas flagela

los brotes primerizos de las plantas, luye

las ataduras del paisaje,

que se desploma como un féretro marchito;

enquista las pasiones

y amortaja con la escayola de sus vendas rígidas

el cadáver de la inquietud.

Sinon l’enfance, qu’y avait-il alors qu’il n’y a plus?…

Aquel domingo

de camino a La Magdalena

vimos

desde el auto de Andrés

cómo el sol trasmutaba en oro

el tapiz de la nieve

que cubría las faldas del Ajusco

 

 

No se me ocurre nada acerca del invierno…

De niños, los dos íbamos de paseo todas las tardes por la ribera.

A mitad del camino hacíamos alto;

nos arrollábamos los pantalones por arriba de la rodilla

y, ya descalzos,

nos metíamos en la ciénaga

a cortar juncos, lirios acuáticos y carrizos;

y a desguindar los nidos de las aves silvestres.

Caminábamos luego un tramo igual,

aproximadamente,

hasta avistar la antigua fábrica de tejas y ladrillos.

Aquella vez volvíamos muy tarde;

las bandadas de tordos nos sobrevolaban

cuando oímos surgir, al otro lado de los herbazales

un cacareo obsceno y repentino.

Nos detuvimos enseguida,

y sigilosos regresamos al pantano.

Según nuestra costumbre,

antes de entrar en la espesura fresca de los tules,

nos descalzamos.

Aunque el lodo nos daba a la rodilla,

nos fuimos internando paso a paso

hasta ponernos a cubierto tras un macizo de espadañas.

Separamos con tiento

aquella palizada de cilindros de seda,

y entonces vimos

un par de gallaretas retozando en el fango.

Bajo los rayos últimos del sol

la hembra deslizaba su sombrío plumaje;

la cola recogida y casi en línea con el lomo ceniciento.

El macho la seguía muy de cerca, batiendo el cieno con sus alas poderosas.

 

Cuando lograba emparejarse

y estaba a punto de aferrarla con el pico,

la hembra con ágil giro se escurría…

El macho comenzaba entonces a nadar en círculos

cada vez más ceñidos;

la cola enhiesta, el cuello tenso como un arco,

y la cresta, abultada, parecía larga y sin aliño.

Uno tras otros los rechazos se siguieron,

hasta que el macho, exhausto y ya aburrido,

se olvidó de su presa,

mientras la hembra airosa se ocultaba al fondo de los juncos…

Al tiempo de acosarla el macho profería un grito

obsceno y repentino;

era su canto de galanteo,

y aquélla, la primera vez que lo escuchábamos…

 

 

RELÁMPAGO LA MUERTE (1985)

 

 

 

A doña Soledad

 

                       No anchorage is.

                       Sleep is not, death is not;

                       Who seem to die live.

                        R.W. EMERSON

 

 

Solitude, ma mère, redites-moi ma vie.

O.W. DE MILOSZ

 

 

Mi madre

Algo tiene de maga y de palmera

Se arrodilla ante mí

Me unge los párpados

 

Entre los senos

Asoma su amuleto

 

Gotas de púrpura

Deslíe

Por un doble desfiladero

Hacia un fragante valle

 

Con su fuente de espíritus

Su corza herida

Y su lecho de malva

Entre dos sauces

 

 

Arse verse

 

I

 

Te veía tapar las rendijas

cubrir con una manta

la medialuna del ropero

 

Te veía sacar de la vitrina

una rama de coral

Ponerla en la repisa al lado de tus santos

separándola un tiempo

                                     del erizo de mar

ya desecado

 

Y el rayo ciego metía boruca

en nuestra casa

no su llama

                   no su luz

 

Te veía luego cruzar aprisa

el cuarto donde mi hermanita

impaciente y llorosa

tendida en una mesa de madera

te aguardaba

Te veía estirarle los cabellos

mojarlos

remojarlos

con un aguamanil de peltre

para desbaratar sus largos rizos negros

 

conseguidos hacía apenas unas horas

a costa de frotar

su lacia melena

con un crótalo

 

 

 

II

 

Las noches de tormenta

avivan sierpes en tus cabellos

 

Si no están húmedos

hija mía

te rodearán el cuello…

 

 

 

III

 

Te rodearán el cuello

 

Y no se ha de invocar el relámpago

ni con el pensamiento

 

 

 

 

LA TRANSPARENCIA DEL DESEO (1986)

 

                                                 Realidad y deseo

una sola substancia

Resuelta en manantial de transparencias

OCTAVIO PAZ

 

A mi hermana

 

 

Aun sin relámpagos

la noche

encapota de miedo

mi corazón de niño

 

¿Por qué te llamo

hermana

en noches de tormenta?

 

 

 

La casa por la ventana

 

 

A un golpe de pestaña

la luz declara

mar

aquel milagro

 

Es la ventana al mar

la casa entera

 

 

 

 

 

El día se destrenza…

y, en su pelo suelto

se solaza la brisa.

 

 

Como desata en humo

sus nudos la madera,

un mirlo a la alborada

de sombras aligera

 

 

 

Abre un rezo sus alas

Trae

el sueño del sereno

con la estrella del alba

 

 

 

Sé como un rostro

por nadie visto,

 

inesperado

sabor de sol

en una brizna

tierna,

al sereno...

 

Cuando la estrella

brota, sé como

la ausencia: nido

donde la urraca

reúne al abalorio con la perla:

 

hermanos huérfanos

 

 

 

 

 

LUZ DE MAR ABIERTO (1992)

 

 

                                        Para Albertina, Juan y María

J’ai grandi dans la mer et la pauvreté m’a été fastueuse, puis j’ai perdu la mer, tous les luxes alors m’ont paru gris, la misère intolérable. Depuis, j’attends les navires du retour, la maison des eaux, le jour limpide.

ALBERT CAMUS

 

 

 

A Cielo Abierto

 

A Toni y Carlos López Beltrán

 

 

Depuis un nombre incalculable de générations, la mémoire me précède dans mon sang.

C’est elle, un soir, qui prit la forme du désir…

GIL JOUANARD

 

 

 

 

III

 

…de ribera en ribera buscando y levantando ciertas aves.

 

Pardea. Una marola surte en la anconada nutridos hervideros

   por los canales practicados por su rabia.

 

En la ribera, el chistar de la salamanquesa remeda el llamado

   del jinete que azuza a su perro cuando comienzan a orillarlo

   las tentadoras sombras del camino…

 

 

IV

 

Siempre hubo sombrías natas sobre el légamo, una espuma parda

   sobre restingas y pozos abisales,

 

un aterciopelado manto sobre la piel de las márgenes, un como vello

   sedoso en el casco de los buques en viaje,

una hierba ligerísima que la mar cría en el paramento y los pilotes

   que flanquean los muelles,

una capa de limo en los glaucos nacimientos del agua moza,

una espuma azul verde en el cieno explayando las pardas potreradas

   donde pacen despaciosas lapas, o parasitando más oscuras

   plantas…

 

Siempre hubo extrañas algas de color violeta en la arena, junto

   a la huella de tu pie, oh Caminante, uncido a la mar

   como a una obsesión sagrada.

 

 

 

DEL DIARIO DEL VIEJO CAPITÁN

 

A la memoria de  Gerardo Deniz

 

I

 

Por cien florines

ajustamos el flete de la nave,

aunque bien no sabíamos

a qué destinarían en esa inmunda rada

nuestra preciosa carga de ova roja.

Pero con el dinero allí cobrado,

nos fue fácil viajar

de nuevo al cabo de Buena Esperanza

en busca de agapanto.

Así nos despedimos de escarpas verdinosas,

de un matadero de ganado rucio al pie de un río

–que en la tarde atraía marrajos al ancón,

donde eran invariables presas del arroaz–

y de meaucas chirriando sobre pringoso estero,

laguna adentro.

 

II

 

He aportado, lo sé, en casi todas las abras.

Entre nidos de mergos,

aun el más inasible risco fue mi proíz.

Nada me inquietó

tanto en mi andanza por los siete mares

como esos pescadores que transportan

a brazo, en angarillas, su botín

arrancado a la mar

como si se tratara de un enfermo.

 

 

 

 

POR MOR DEL MAR (2002)

 

 

*

 

Ojalá tu muchacha

(que me hace un guiño)

 

adelante llevara

su obra conmigo

 

 

 

*

 

Diciendo: ¡tontería!,

puse manos a la obra

Nunca naves de buenos

bancos hubo  Tampoco

estuviste de paso por Ilión

Pues tuyo, Helena,

es sólo este tiempo

y otro no habrá para nosotros

Y sobre este colchón

por balsa, al largo entremos

Y que se diga en adelante:

¡Ni Poseidón siquiera

agitó tan salvaje-

mente la mar salobre

sobre una manta rala!

 

 

 

*

 

Volvió con su marido

una mañana

y supe que la había

perdido para siempre

 

Dije a mi corazón:

“No importa, nunca

contigo estuvo en Ilión

la hermosa Helena.

A Paris vino, como

a un mástil mar afuera,

tan sólo un fuego fatuo

(barrunto de tormentas),

una sombra, una helena

 

 

 

 

PAJAROS (2005)

 

*

 

Volar como los pájaros

– en sueños te prometes –

Pterodáctilo que muda

las alas primigenias

el tronco corpulento

 

y gana la oquedad

la suave ligereza

 

de quien se mezcla al aire

 

 

 

*

 

Por el momento estoy

sin nada que me arraigue

 

lanzado a vuelapluma

suspendido en el aire

 

Heme aquí en pleno viaje

ensayando mis alas

 

Sobre la mar sin nubes

bendición son mis alas

 

¡Soy un logrado Ícaro

que asedia el oro en llamas!

 

 

 

*

 

He aquí al coqueto palomo balanceándose

como para emprender un zapateado

 

Esponjándose como un gallo de pelea:

artista por tablado de angosta marquesina.

 

Al filo del peligro o sobre olas de barro endurecido

que forman el tejado corre pasito pasito

 

detrás de una paloma. Al sol proclama,

no cabe duda, el lujo de sus dotes y prueba

 

(erizado del buche con su abanico abierto)

que el amor es un acto principesco

 

Y echa luego a volar restallando sus alas

(multiplicadas bajo el recio estrépito).

 

 

Director Editorial

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