Breve biografía y poemas de Jonathan Harrington

Traducciones al español por Fer de la Cruz

Jonathan Harrington. Estados Unidos, 1956. Máster en las Bellas Artes de la Universidad de Iowa. Poeta, columnista, editor y autor de cinco exitosas novelas de misterio. Dos veces asistió a Semana Negra de Gijón, España, como invitado de Paco Ignacio Taibo.  Este año asistió como invitado al Festival Internacional de Poesía en Pachuca, Hidalgo, México y FIP, Tecoh, México.  Asistió a la 16 Festival de Poesía en Habana, Cuba.  Sus libros de poesía incluyen: Rastro de papeles, The Traffic of Our Lives, Aquí/Here (bilingüe), Yesterday, a Long Time Ago, y Handcuffed to the Jukebox.  Fue profesor de Creación Literaria en dos universidades estadounidenses. Ha colaborado en una variedad de medios, entre ellos, el New York Times y el Texas Review. En 1989 editó la antología de cuentos New Visions: Fiction by Florida Writers. Más tarde, sus colaboraciones en la revista Metro, le ganaron el premio coveted Gold “Charlie” Award, por mejor columna del año. En 1992, publicó una colección de estos ensayos en el libro Tropical Son: Essays on the Nature of Florida, con amplia aceptación de la crítica. Orgullosamente yucagringo, radica en la hacienda Xpakay, en el Yucatán rural, donde tradujo al inglés las obras de poetas como José Díaz Bolio y poetas mayas contemporáneos: se trata de los poemarios Ti’ u billil in nook, de Briceida Cuevas Cob y Ukp´éel wayak´, de Feliciano Sánchez Chan.  Su traducción del libro de Sánchez Chan, ha sido nominado por ocho premios de traducción.

November 7, 2019

Mérida, Yucatán, México.

 

TRANSLATIONS

Books:

The Great Journey (El gran viaje), by J. Manuel Chávez (novel), forthcoming.

Country Dreams (Oración Rústica), by Jose Díaz Bolio, Peninsular Ediciones, Mérida,

Yucatán, México (translated by Jonathan Harrington) forthcoming, 2020.

From the Hem of My Dress (Ti’ u billil in nook´), by Briceida Cuevas Cob, forthcoming,

(translated by Jonathan Harrington).

Three Threads (selections from the poems of Briceida Cuevas Cob), Limited letterpress edition

printed by Lisa Miles, 2016, Currently on exhibit at New Mexico State Museum (translated by Jonathan Harrington).

Like A New Sun (5 indigenous Mexican poets), edited by Eliot Weisenberg,

published by Phoneme Media (2015) (translated by Jonathan Harrington).

Seven Dreams (Ukp’éelwayak’), published by New Native Press, (2014)

(translated by Jonathan Harrington).

Three Sad Songs of the Maya Woman by Briceida Cuevas Cob, (Ofi Press, forthcoming) 2020.

 

Magazines

Articles:

“Memories of Water:  Writings About the Rio Grande of the Magdalena, (Colombia)” by

Mónica María del Valle Idárraga y Jorge Antonio Mejía Escobar (Revista del Caribe, University of Puerto Rico), 2020.

“Murder in the Tropics: Mexico Confronts the Border Conflict between the Dominican

Republic and Haiti”, by Laura Muñoz (Revista del Caribe, University of Puerto Rico), 2020.

“The Process of Trade Negotiations Agreements and Disagreements Between Privateers

and the Colonial Society of the 16th Century Gulf-Caribbean Region”, by Dr. Rodrigo

Alejandro de la Torres (Revista del Caribe, University of Puerto Rico), 2020.

“The Insinuation of the Body: Capability and Liberty in The Country of Women”, by Gioconda

Belli” article by (Revista del Caribe, University of Puerto Rico), 2020.

“Segregación socio-espacial y turismo en un pueblo garífuna: el caso de Triunfo de la Cruz”,

by Samuel Jouault, UADY (Revista del Caribe, University of Puerto Rico), 2020.

 

Poetry:

“Night of the Eclipse», by Briceida Cuevas Cob, Abraxis, 2013.

“María», and “My Village», by Feliciano Sanchez Chan, Loch Raven Review, 2013.

Your Mother», and “Night of the Eclipse», by Briceida Cuevas Cob, Loch Raven Review, 2013.

“To Scare Away Fear», and “I Am the One Who Loves You», by Isaac Esau Carrillo Can, Loch Raven Review, 2013.

“Siete Sueños», by Feliciano Sanchez Chan, World Literature Today, 2012.

“In These Moments», “Blooming Chi’ichi’ibej”, by Briceida Cuevas Cob,  International PoetryReview, Volume XXXVII, Spring, 2011.

“Offering”, Claudia Lars (El Salvador), Visions International #82, 2010.

“Kite», “Owl”, by Briceida Cuevas Cob, World Literature Today, January/February 2010.

“Your Love», “Sun With Spines», “Voice Ball», by Briceida Cuevas Cob, The Dirty Goat,

#23, 2010.

 

Poemas de Jonathan Harrington:

(Versiones al español de Fer de la Cruz, excepto el poema final: Protesta)

 

Un rastro de papeles

“Los trozos de papel […] Se deslizaron al cielo el martes y cayeron a la tierra a kilómetros de distancia, en Brooklyn”. The New York Times, 14 de septiembre de 2001*

 

Lluvia de documentos:

memorandos, currículos, faxes y contratos,

mensajes telefónicos y reportes de gastos.

Entre ellos una hoja

desprendida del bloc entra volando

por la ventana abierta

de una casa Brownstone en Coral Gardens,

como epístola directa de los ángeles,

sobre la mesa de una anciana viuda.

Lo vira y lo coloca frente a ella,

entre sorbos de té:

un mensaje caído de los cielos,

envuelto en misticismo;

una nota rosada

de un bloc con el membrete

“Mientras estabas fuera”:

Para: Paul

Día: 11 de septiembre, 2001

Hora: 8:40 AM

La opción “Dejó mensaje telefónico”, marcada.

Dice:

Paul: Dan Llamó

cuando Ud. andaba arriba.

Va a llegar a las 10 porque tuvo que llevar

a su hija a la escuela.

Yolanda.

Cómo podría saber la viuda anciana,

por esta nota caída de las nubes,

el destino de estos cuatro personajes

en una obra de cuatro breves actos.

Cómo sería posible adivinar

que la voz de Yolanda ya estaba sepultada

en el silencio de la Torre Sur,

ya muerta, a diez minutos

de haber escrito su última palabra,

¿acaso fue su nombre?

¿Y Paul?

Se quedó arriba

atrapado en el piso 87.

Si su junta

hubiera sido abajo,

quizá caminaría hoy con nosotros.

La hija (el personaje

culpado al iniciar el primer acto

por hacer llegar tarde a su papá)

incluso fue elevada al papel de salvadora,

una inversión de roles tan abrupta

que los hará pensar el resto de sus vidas.

Ahora Dan,

¿quién es él?

Este hombre de entre miles

elegido a salvarse,

suertudo, Lucky Dan,

que llegó una hora tarde a su trabajo

en las Torres Gemelas.

Mas no nos olvidemos del público

de sólo una persona:

la viuda anciana, aún sin comprender

las profecías que lleva el memorándum.

Se asoma a la ventana,

ve hacia arriba,

y adentra la mirada en ese cielo

que le entregó el mensaje.

Suspira por el peso de sus propias memorias,

tan sola, tan cansada.

 

* La traducción de la cita del New York Times, hecha por Miguel Paco, fue tomada del portal “Libro de notas. Diario de los mejores contenidos en La Red en español”: <http://librodenotas.com/almacen/ilustracion/r_papeles.htm>.

 

 

 

Be Kind, Rewind

“Fue como de película”, oí a menudo luego del ataque.

 

Pausa momentos antes; digamos que a las 8:44 AM.

Stop

y rebobina

para dejar que vaya caminando en reversa,

justo antes del momento en que el segundo avión se estrella.

Deja que me separe de la 6a. avenida hasta la 7a.

y que pase de espaldas por la puerta de vidrio de ese lobby,

llegando al edificio de oficinas,

y que el elevador me retroceda de vuelta a mi cubículo.

Deja que mis papeles

vuelen directo desde mi escritorio

hasta mi portafolio que salta hasta mis manos

y que sus cerraduras se aseguren cediendo a mis pulgares.

Y déjame volver sobre mis pasos,

de la calle a la estación: al andén A.

Que el tren vaya en reversa, que se dirija al Uptown,

adonde está mi hijo de cuatro años,

de mano humedecida tomada por la mía mientras retrocedemos,

alejándonos de aquél, su primer día de clase,

aquel horrible martes.

Deja que retrocedan esos jets

hasta sus terminales del aeropuerto en Boston

en tanto que mi hijo y yo volvemos otra vez sobre la calle

hasta llegar a casa.

Déjame desvestirlo, así en reversa,

quitarle los zapatos y esconderlos debajo de la cama.

Volveremos al baño, hacia atrás,

donde la orina subirá a su pene,

y luego a su vejiga,

allí parado, de cara adormilada,

allí, haciendo pipí,

justo una hora antes de que el mundo acabara.

Y de vuelta a su cuarto, en donde su piyama se avienta sobre él

y de regreso al sueño

apacible

el que todos tuvimos

cuando todos dormimos como niños

una mañana hermosa, en Manhattan,

antes de la caída de las torres.

 

 

Ermitaños

 

Cuando ella dijo “no puedo vivir

bajo tu mismo techo”,

él empacó sus cosas

subió a la camioneta y se fue

con rumbo Sur

hasta dar con el fin de la autopista

en la bahía Ochlockonee,

en un brazo de tierra sobre el Golfo de México.

Las gaviotas chillaban lamentos y amenazas

atentas al metálico reflejo de las olas

boyantes de sardinas.

 

Caminó hasta el extremo de una punta de sal

en la marea baja.

Salieron por millares de los bajos

los cangrejos ermitaños,

indigentes,

en busca de una concha abandonada

de molusco o crustáceo, algún viejo carapacho al cual mudarse

para iniciar de nuevo.

 

 

You Are Here

 

Pasó en una autopista de Florida

en un punto cualquiera entre Orlando y West Palm Beach:

una joven hermosa y elegante,

claramente alterada,

vagaba sola entre los comedores, dentro del parador

donde los conductores se detienen

a comprar golosinas y refrescos.

Oí sus balbuceos

mientras importunaba al anciano caballero

de bermudas y lentes de sol,

con el dedo ya fijo en el botón dispensador de M&Ms.

Yo compraba Doritos a su lado

cuando ella preguntó:

—¿Por qué estamos aquí?

El viejo carraspeó sin afectarse

y asintió con el gesto tiernamente bronceado.

—¿Adónde me dirijo? —suplicó casi en lágrimas.

—¿Dónde estoy? Él miró

hacia el mapa en la pared,

tocó de forma casi cariñosa

aquella flecha roja que señala

la ubicación exacta en la autopista,

y con la cortesía sureña, legendaria,

señaló las palabras en negritas, debajo de la flecha:

—Señora, —leyó el viejo gentilmente—

“YOU ARE HERE”.

 

Versión en español de Fer de la Cruz.

 

 

La temporada

 

Tras las puertas de persianas

los gatos dormitan.

Un globo se libera volando de la mano

del niño de tres años que no para de llorar sobre la arena

en tanto que su madre,

aturdida de tomar metacualona, le da una bofetada.

Un avión sobrevuela la costera

jalando por la cola el anuncio de “Chuck´s Oyster Bar”.

La playa está desierta, casi:

tan solo unas parejas de viejos jubilados

pasan sus detectores de metales

por la franja de arena junto al mar.

Los demás se refugian en los bares con clima

de Atlantic Avenue.

En la tarde, una pareja bronceada

de East Orange, New Jersey

discute mientras cena su langosta en el Sand Dollar Café.

Las aves ya muy pronto dejarán sus colonias en los callos de Florida

y el bombero jubilado, con su esposa,

conducirán al norte

jalando su remolque Airstream a otro país.

¿Y qué dejan atrás?

El agua, el sol, las palmas retorcidas

y el viejo de color (algún abuelo de alguien)

pescando desde el puente un huachinango en el canal.

 

 

 

Protesta

(escrito directamente al español por el autor)

 

Voy en contra de plantas que no florecen,

de luciérnagas débiles, siempre en falso contacto;

voy en contra de ruido, groserías,

basura y pilas gastadas,

motores que no arrancan,

de cerillos mojados, computadoras lentas;

en contra de las lágrimas y heridas,

del hambre y de la sed, insomnio, envidia…

 

—Pero señor, —dijeron—

—usted va en contra de todas esas cosas.

¿A qué partido apoya?

 

Pues yo soy cien por ciento orgullosamente

un miembro vitalicio del partido del Amor.