El valiente ve la muerte una sola vez. México 2019.

por Alba Laura Bojórquez

Un film que se ha exhibido en los distintos circuitos del festival de cine documental Ambulante. Nos dimos a la tarea de presentarnos a una de las exhibiciones que Ambulante ofrece con el plus que al final de la exhibición el mismo Director tiene una charla con la audiencia.

       La historia es la de Don Alejo Garza, propietario de un rancho en Nuevo León México, quien en 2010, en solitario y con enorme valentía, hace frente al crimen organizado quienes le había exigido la entrega de su rancho.

       El documental es un medio metraje con una duración de poco más de media hora. Situación que es poco vista en el cine, pero que es válida.

       Lo que encontramos en El valiente ve la muerte una vez por desgracia es un evidente desequilibrio de elementos en la narración de la historia. Se lleva casi 20 minutos en traernos a la pantalla imágenes de la autoría del mismo Don Alejo. Son grabaciones caseras las cuales pudiésemos dividir entre el apego tierno a las mujeres de su vida (su mujer y sus dos hijas), y un enorme registro de sus aventuras como cazador en compañía de distintos amigos (algunos de Texas), con quienes comparte tal afición. Ciervos, coyotes, patos, venados, etc. son trofeos que exhibe orgulloso en esas imágenes. No es en ese sentido, un film que tolere bien un alma profundamente ambientalista; sin embargo el realizador Diego Enrique Osorno las pone en una larga y desafortunada secuencia, tal vez para dejar patente que Don Alejo confiaba en sus destrezas de tirador.

       Es una historia de la cotidianidad idealizada, que se rompe por las fuerzas del mal, pero son muy pocos minutos los que este film le dedica al resultado fatal, y es notoria la pobreza de elementos en esta segunda parte del film.

       Posteriormente, en la ronda de preguntas y respuestas con el mismo Director, estuvimos intuyendo las posibles explicaciones. Estos son datos que Diego Enrique Osorno dio sobre su documental: La zona donde se desarrolló el hecho es la zona donde Diego Enrique Osorno nació y creció. La familia de Don Alejo era conocida de su familia. La viuda le entregó las imágenes que ocupan más de dos tercios de la película, y omitió a propósito las imágenes de Don Alejo al final de su pequeña guerra por respeto a la misma familia de Don Alejo.

      No todo lo que le escuchamos a Diego Enrique Osorno va en detrimento de El valiente ve la muerte una sola vez. Nos explicó que José Manuel Mireles; el más conocido líder las llamadas Autodefensas, se inspiró en la trágica historia de Don Alejo para iniciar sus pasos en la autodefensa armada.

       El director también habló de la indignante falta de las autoridades en indagar sobre los responsables de lo que le ocurrió a Don Alejo. “Ninguna diligencia que hayan realizado al respecto se puede encontrar en el expediente del caso”. Nos narró también cómo esta historia es una de muchas que han azotado a todo el estado de Nuevo León, excepto porque las demás víctimas de las exigencias del crimen organizado no han puesto resistencia como lo hizo el héroe de esta cinta.

       Una de las expresiones más afortunadas de Diego es que los mismos Neolénses aceptan tener mucho de texanos, como lo es el apego a las armas, y el gusto por la caza..

       Con sus mejores dotes, el Director dijo que como no puede haber una versión oficial; dado el vacío de justicia del caso, es muy probable que los responsables hayan sido el cártel de los Zetas, pues después de la muerte del capo conocido como El señor de los cielos, los Zetas tomaron las plazas vacantes con un baño de sangre de por medio.

       Fue ineludible preguntamos después de escuchar a Diego ¿por qué no se le ocurrió incluir algo de todo ello en el documental?. Si de algo se puede jactar Diego Enrique Osorno es de ser un buen entrevistador. Pero nada de lo que platicó a la audiencia lo hicieron tomar su grabadora e ir en busca de más material. ¿Porqué?¿Por su cercanía con todo ello? ¿Por su falta de formación como Director? ¿Por qué debía entregar en breve el compromiso con Netflix? La serie 1994 que recién se ha estrenado.

       De Diego Enrique Osorno sabemos que es uno de los cronistas más reconocidos. Su libro El cártel de Sinaloa fue de las investigaciones pioneras en adentrarse al mundo de las mafias del narco. Su último libro sobre la vida de Carlos Slim quizá nadie más que él lo hubiese logrado, pues el nombre de Diego Enrique Osorno tiene peso en la escena literaria de hoy. También hay que decir que por sus propias palabras sabemos que al mundo del cine como Director, llegó por el afán de control para manejar a su criterio las historias que como escritor sabía contar magistralmente. Pero tal vez un buen periodista, no es garantía de ser un buen realizador de documentales.

      No podemos acusarlo por lograr que la historia de Don Alejo saliera a la luz por medio de éste documental. Se entiende la justicia de ello. Sin embargo, por el desequilibrio que el film presenta, podemos decir que solo dos lecturas son viables: La primera es desafortunada, lo es por la falta de criterio en dejar demasiado material del pasatiempo con la armas de Don Alejo. Con el resultado de que el film puede percibirse como la narración involuntaria de la lucha de una cadena alimenticia, donde los dos últimos depredadores se enfrentan por el territorio, rompiéndose el habitual desenlace, pues al final los Zetas no lograron quedarse con la propiedad de Don Alejo.

       La segunda lectura; y esperamos que sea aquella con la que se quedó el  espectador promedio, es que la cinta es un merecido, e inaplazable homenaje a un hombre de familia valiente, y temerario, cuya historia trágica representa la tragedia nacional que padecemos en el país.

       Pero hasta ahí. La cinta se quedó pobre de elementos cinematográficos, que no pueden suplirse con el valor social que la cinta tiene.

Consejo editorial

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