La casa de teja

por Erasmo Nava Espíritu

Con el silencio balanceándose en el patio, colgaban las calabazas del tejado, allí, crecían: grandes, verdes; llegaba julio, y todos...

La ciudad

por Erasmo Nava Espíritu

Vengo de un lugar de ventanas azules y moradas, con bordes de pintura y árboles octagonales;   llegué a la...