Estos tiempos tan inciertos no dejan de sacudirnos. Ahora nos ha enfrentado con una de las pérdidas más dolorosas en nuestro sino literario; el fallecimiento súbito de nuestro Director, maestro, consejero, editor y amigo; el gran poeta Eduardo Cerecedo.
Desde el día 9 de enero hemos vivido dentro de una vorágine de emociones, tomando decisiones que antes de ese día las tomaba nuestro Director. Un sólo objetivo ha evitado que como equipo no hayamos perdido el rumbo: presentar el número 13 de la revista como él planeaba hacerlo, con un agregado de exigencia, que decidimos que fuese; no en marzo, sino el 12 de febrero, fecha en que hubiese festejado sus 60 años.
La siguiente edición, el número 14 que planeamos tener lista para abril, será por entero dedicada a la memoria de Eduardo Cerecedo. En su momento emitiremos una convocatoria para ello.
Pasado abril, con toda sinceridad, ignoramos en dónde, o cuándo dará su siguiente paso el jaguar. Hoy está herido, y ha pospuesto varías semanas su propio duelo en pos de la carrera. Pronto hará un alto, y mirará las veredas, caminos que finalmente fueron explorados por nuestro jaguar lider; hoy caído.
Este número lo notarán raquítico, si se compara con sus símiles anteriores. Pero no ha sido falta de esfuerzo, varios muy buenos escritores; por muy diversos motivos, no pudieron hacernos llegar sus trabajos a tiempo. Como si así tuviese que ser. Como si el espacio vacío que ha quedado con la partida del maestro Eduardo Cerecedo también operase en pos de su memoria.
No obstante, el objetivo principal que desde el primer número tuvo la revista, que es que en cada edición celebrásemos a un escritor grande de las letras; ese objetivo lo hemos alcanzado. Hoy celebramos en nombre propio, y en el del Maestro, al gran poeta Mexicano y del mundo, Jorge Valdés Díaz-Vélez.
Por último, queremos agradecer como equipo, la sensible solidaridad con la que nos ha arropado la comunidad literaria allegada, o no, al mismo maestro. En especial para sacar avante este número, y para el homenaje en el que participaremos. El primero de todo ellos, el mismo maestro Jorge Valdés Díaz-Vélez; quien ha sido muy generoso con sus atenciones, su disposición y con sus textos; por supuesto. Noemí Luna de Eterno Femenino Ediciones, Guillermo Tovar, poeta de Colombia, Iván Martínez, poeta de Argentina, y Pedro Cerecedo; muchas gracias por transformar el gran afecto que le tienen a Eduardo Cerecedo en actos y obras.