I
El viento no puede borrarte.
Aún la voz cabalga
en caminos indóciles
donde el grito es la conciencia
de tinteros rotos
que manchan un callado torrente.
Cincel entre la bruma,
contados instantes,
estampados en un puño de tierra
dejado en el olvido.
II
Hay verbos jamás pronunciados
en palabras diminutas,
en la espalda de una libélula
al quedar verdades entre
carentes brillos.
Tinta recitada en tanta oscurana,
en un vuelo de pájaros maduros
cuando el cansancio conquista la distancia.
Aarón Rueda (Las Choapas, Veracruz. 1986). Miembro del taller Juan Rulfo celebrado en la Ciudad de Cárdenas, Tabasco y dirigido por el poeta Níger Madrigal. Ha publicado los poemarios: Remos de sal (2011), La sangre florecida (2013), Arrullo de la tierra (2013), Despliegue de colores donde todo parece oscuro (2015), Cachalote (2016), Confección de islas (2019) y La deriva es un paso interminable hacia la nada (2019). Recibió el Premio Nacional de Poesía Rosario Castellanos (2012), Premio Universitario de Poesía Teresa Vera (2014), los IV Juegos Florales Nacionales de Toluca (2016), los XXXV Juegos Florales Nacionales Universitarios (2017), el Premio Tabasco de Poesía José Carlos Becerra (2018), los Juegos Florales Nacionales de Todos los Santos de Colima (2019) y el Premio Estatal de Poesía Ciprián Cabrera Jasso (2019).