Los escritores de Neza: quien con coyotes anda…

por Samuel Segura

Con flores escribes,
Dador de la vida,
Con cantos das color,
Con cantos sombreas,
A los que han de vivir en la tierra.

Con flores escribes, Nezahualcóyotl

 

No hay una corriente literaria con su nombre ni una generación, pero los escritores de Neza existen. Emiliano Pérez Cruz, José Francisco Conde Ortega, Alberto Vargas Iturbe y Sergio García Díaz son algunos de ellos. Escriben desde sus propias trincheras, sobre sus propias temáticas, con diferentes estilos y formas de hacerlo. Lo único que los hermana es el lugar que los cobija: Nezahualcóyotl. Aquí quien con coyotes anda, a escribir se enseña.

Creado en honor al poeta prehispánico, al “Coyote que ayuna”, Nezahualcóyotl es un municipio del Estado de México fundado el 3 de abril de 1963. Emiliano Pérez Cruz, por ejemplo, nació en 1955 en el Distrito Federal; Sergio García Díaz en 1962; Alberto Vargas Iturbe en enero del 53, en Michoacán; y Conde Ortega en Puebla en 1951.

Todos ellos nacieron antes que el municipio por el que se les identifica. Un municipio joven, pero con historia detrás.

En 1954 ya había 40 mil habitantes en las colonias del ex vaso de Texcoco.  Una zona que sirvió de desagüe para evitar las inundaciones en el Valle de México desde el siglo XVII y que desde 1917 comenzó a sobrepoblarse. Los terrenos que ahora corresponden a Neza se devaluaron, y hacia 1933 ya todo estaba invadido.

Las deficiencias en los servicios públicos ante el crecimiento de la población que se fue asentando es una de las constantes de esa historia. Su principal queja eran las carencias, principalmente la falta de agua potable. Para 1960, la federación de colonos exigió al entonces gobernador del Estado de México, Gustavo Baz Prada, un régimen municipal. Hasta abril de 1963 fue aprobado el decreto y se originó el municipio. Un municipio de inmigrantes.

Neza ahora tiene un millón 110 mil  habitantes, sistema de drenaje y escritores que han dedicado algunas de sus letras a sus calles, sus luces y sus sombras.

Escritores Nezahualcoyotlenses

El gentilicio para las personas que viven en Neza es “nezahualcoyotlenses”. Así podría definírseles a ellos: “Escritores nezahualcoyotlenses”. Porque llegaron a Neza por razones distintas, sin ser oriundos del lugar. No nacieron ahí. Escriben sobre Neza porque es el lugar en donde viven.

“La populosa y aledaña al Distrito Federal Ciudad Nezahualcóyotl es conocida también como Nezayork y Mi Nezota. Fue fundada por migrantes de otras regiones del país. Ha tenido –tiene– sus cronistas literarios: Emiliano Pérez Cruz, José Francisco Conde Ortega, Alberto Vargas y Eduardo Villegas, entre otros. Todos han atestiguado las transformaciones de Neza, desde que era polvaredas o lodazales, sin drenaje adecuado ni otros servicios de primer orden. Todos los mencionados tienen libros de crónica donde dan cuenta de la situación de ciudad”.

Con esas palabras principia Ignacio Trejo Fuentes, crítico literario, su reseña para la revista Siempre! sobre el libro Luces de Nezayork de José Francisco Conde Ortega. Libro en el que el autor –según Trejo Fuentes– recorre la “Ciudad de los Rascasuelos” a través de sus crónicas, sumergiendo al lector en el lugar, aun si lo conoce o no.

—No, no la hay. Hay gente que quiere escribir, pero les falta oficio, formación. Quizá hay 3 o 4 aislados: Emiliano Pérez Cruz, Porfirio García Trejo, Eduardo Villegas, Sergio García Díaz. Por lo tanto no se puede hablar de un estilo en común.

Conde Ortega. Foto: Áurea Salinas.

Conde Ortega contesta el teléfono y logra recordar a quien está del otro lado de la línea, por aquel taller literario que impartió en la Universidad Pedagógica Nacional. No da concesiones, como siempre, como en aquellos días del taller, o como cuando da clases en la Universidad Autónoma Metropolitana de Xochimilco. Como cuando escribe. No, no hay una generación de escritores de Neza, dice.

—Está bien. Es necesario dejar oír la voz. Pero no hay rigor, disciplina, ni búsqueda de oficio, sólo están comprometidos con el entorno inmediato. En cambio, por ejemplo, Emiliano ha escrito mucho sobre Ciudad Neza pero tiene una vista desde el ojo atento de un buen escritor. Los demás es mucha improvisación. Yo he impartido talleres a los que van más pintores que los escritores. Son sólo intentos, cuando escribir es un oficio.

Puntual, serio, Conde Ortega no desvaría en su punto de vista.

—No. El lugar donde se vive, que pudo ser por accidente, no debe determinar un trabajo artístico. Aunque cada caso es particular. En el mío es lo de menos. Sí he escrito de Neza, pero no es lo único. Un escritor debe tener una visión más amplia. Y para que haya una generación debe haber rigor, formación, oficio, disciplina. Que quienes quieren escribir se quiten el polvo de las orejas para que puedan empezar a escribir.

David Magaña Figueroa, periodista, concuerda con él.

 

 

SAMUEL SEGURA
Obrero de la palabra escrita. Depósito de cadáveres. En Twitter: @samuel_segura_